"Nunca pensé en abortar", afirma madre de adolescentes con microcefalia

Viviane cuenta cómo crio dos hijas con microcefalia y transmite un mensaje de fuerza y perseverancia a las familias.

Karine Salles

24/05/2016 | Martes | 13:45 horas | Actualizado el 22/09 a las 16:07 horas

En los años 2000, la empleada pública brasileña Viviane Lima, de Manaus, al hacer un ultrasonido morfológico, en su 24a semana de embarazo, descubrió que su hija Ana Victória tendría microcefalia, enfermedad que se extendió rápidamente por Brasil en los últimos meses.

Bruno Kelly
Ana Victória, Viviane, Carlos, Maria Luiza y Júlia.
 

"Cuando recibí ese diagnóstico, a los 18 años, sabía que sería algo diferente criar a mi hija, porque es una niña discapacitada, y yo no tenía ningún tipo de conocimiento sobre la enfermedad. No puedo negar que me desesperé. Yo me preocupé, porque entendí que tendría que dedicarle mucho más tiempo y que las cosas no serían como con cualquier otra niña. Fue nuevo para mí y fue nuevo incluso para los médicos, que también tenían la expectativa del nacimiento de Ana Victória, para saber cómo nacería", recordó.

Viviane, que también recordaba oír a los médicos que la niña podría no sobrevivir, necesitó encontrar fuerzas para continuar. Ella cuenta que su “apoyo fue Dios. Yo creo que la mayor fuerza que pude tener en mi vida para lograr llegar donde yo llegué fueron Dios y mi estructura familiar".

Un año y medio después, en la 24a semana de su segundo embarazo, Viviane recibe el diagnóstico que su hija Maria Luiza también tendría microcefalia y descubre que, en su caso, la enfermedad tiene causas genéticas. "Confieso que estuve más preocupada, porque Maria Luiza nació mucho más comprometida que Ana Victória. Pero, existían algunas cosas que yo había aprendido a hacer, debido a mi primer embarazo".

LA CLAVE: NO DESANIMARSE

Viviane recorrió todos los médicos, hizo todos los exámenes, y no encaró el diagnóstico como una sentencia. "No acepté cuando el médico dijo que Ana no caminaría, no hablaría. A Maria Luiza, cuando nació, no le daban ni 24 horas de vida. Tal vez, si yo hubiese aceptado, hoy yo no tendría a mis hijas", contó emocionada.

"El primer año de sus vidas fue lo más importante, pues el estímulo tiene que ser muy intenso. Llegó un período determinado en que yo también iba aprendiendo cómo tratarlas, cómo lidiar, todo esto por medio de las enseñanzas de los médicos, de los fisioterapeutas, de los fonoaudiólogos", explicó.

Según ella, Ana Victória, 16, y Maria Luiza, 14, cambiaron su vida, para mejor. Con los estímulos y los tratamientos, las nenas han conquistado victorias a lo largo de los años. “¡Ellas siempre salieron conmigo! Siempre fueron al cine. Nunca las escondí, nunca las dejé dentro de casa. Las personas siempre supieron de sus problemas. Hoy, son completamente sociables, adaptables para estar en cualquier lugar". La madre recuerda la inclusión de las jóvenes, que frecuentan escuelas regulares, aunque también enfrenten dificultades con la metodología de la enseñanza tradicional.

Bruno Kelly
Maria Luiza, Carlos, Viviane, Júlia y Ana Victória.

Las niñas crecieron rodeadas de cuidados, por la atención y por el amor de la madre, de los familiares, y también de Carlos Alberto Lima Junior, que, desde que se casó con Viviane, se dedica integralmente a ellas. "Cuando nos conocimos, no vi, en ningún momento, como una dificultad para nuestra relación. Maria Luiza tenía 2 años y Ana Victória, 4, dijo él al Portal Buena Voluntad.

Quien también ofrece apoyo y afecto a Ana Victória y a Maria Luiza es su hermana menor, Júlia, fruto del segundo matrimonio. "Después que Júlia nació, las niñas progresaron mucho. Es por eso que hoy lucho mucho más por la inclusión de ellas en la escuela y en todos los lugares", afirmó Viviane.

A FAVOR DE LA VIDA

La embarazada que recibe el diagnóstico de un hijo con algún tipo de limitación, en la que la opción propuesta es la interrupción de ese embarazo, debe repensar la decisión, como defiende Viviane: "Estoy en contra del aborto, porque vi cómo las cosas se realizaron ante mí. ¡Yo vi que es posible! Mis hijas vinieron al mundo con dificultades, pero, con dedicación, logramos superarlas".

La Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, con su permanente campaña a favor de la Vida, ayuda a comprender dónde empieza nuestra existencia y cuáles son las graves consecuencias espirituales para quien provoca el aborto. Su Presidente Predicador, el periodista, escritor y conductor de radio Paiva Netto, en el artículo Por la Vida, ofrece una reflexión a todos: "No es eliminando existencias que se resolverán los problemas sociales. Estos carecen de una solución legítima que combata, por ejemplo, la impunidad, la cual favorece la corrupción pandémica, que a su vez, afecta o impide tomar medidas efectivas sobre la salud, el estudio, la seguridad y los derechos inalienables de los individuos. El aborto es un crimen que causa la muerte de vidas inocentes".

LA FUERZA DE LA SOLIDARIDAD

Viviane dedica también un mensaje de fuerza y coraje a las familias que están descubriendo ahora la microcefalia en sus bebés. “¡Yo les diría a ellas, primeramente tengan Fe! Cuando nosotros tenemos niños con microcefalia, queremos saber qué sucederá en el futuro. Pero, ellas tienen que aprender a vivir cada día, pues cuando yo aprendí a vivir cada día, las cosas mejoraron para mí”.

Siempre en contacto con diferentes madres y padres de hijos con microcefalia, Viviane sabe que la realidad no es fácil: "Una de las cosas que marcaron mucho mi corazón en esos últimos días fue el sentimiento de solidaridad, del intercambio de experiencias. Yo suelo decir que no soy solo yo quien ayudo a mis hijas, sino que también ellas me ayudan. (...) Todo lo que pasé esos años atrás, valió la pena para poder transmitirlo a esas familias [ahora]. Todo lo que viví en aquella época fue destinado para este tiempo de hoy. Dios sabía que ese momento llegaría y estoy aquí para ayudar".