Niños sordos fortalecen la solidaridad y la inclusión social en la escuela

de la Redacción

15/06/2016 | Miércoles | 16:42 horas | Actualizado el 13/10 a las 13:27 horas

En 2013, el Portal Buena Voluntad mostró la historia del niño sordo Leonardo José, cuya llegada al Complejo Educativo Buena Voluntad*, a los 3 años de edad, movilizó a todo el equipo multidisciplinario de la escuela. Rápidamente, se tomaron todas las medidas educativas de inclusión, como la utilización de recursos tecnológicos, la creciente especialización de los educadores en la Lengua Brasileña de Señas (LIBRAS), y la realización de actividades diferenciadas con los demás alumnos, como forma de mantener la interacción con el compañero. Hoy, esas actividades se ampliaron y empezaron a recibir alumnos sordos de otras escuelas, a los que se les da la misma atención.

Vivian R. Ferreira

“Leonardo llegó en un período en que no había otros niños sordos y, por saber que es muy importante para su desarrollo educativo, social, humano y de identidad, la LBV recibió a otros niños sordos para que él pudiera beneficiarse con el intercambio en la lengua de señas, y convivir con ellos. Otros niños también se beneficiaron con el apoyo ofrecido por la escuela”, explica Odirlei Faria, profesor bilingüe para sordos, de la Legión de la Buena Voluntad.

El Instituto de Educación José de Paiva Netto desarrolla su proyecto de apoyo bilingüe pedagógico para sordos, con el objetivo de contribuir al desempeño cognitivo, social y emocional de los alumnos, así como el desarrollo para el aprendizaje de la lengua de señas. Actualmente, el grupo se encuentra de lunes a viernes en la escuela, acompañado por el profesional especializado pedagógico y jóvenes aprendices de la Institución, como es el caso de Maria Isabelle Anselmo:

Una alianza muy importante en la escuela es con la coordinación de deportes, en la que se ofrecen actividades como pelota, juegos libres, corporales, en la cancha de deporte, y en el aula de karate. En definitiva, la lengua de señas no requiere solamente el desarrollo de manos y rostro, sino de todo el cuerpo. Cuanto más se trabaja el cuerpo en el aprendizaje, mejor se hace la comunicación entre los sordos. “Y, claro, no es solo el aspecto pedagógico, sino todo un trabajo social, la convivencia que se establece entre ellos, el compartir, esperar, el respeto, esos valores que aplicamos todo el tiempo en la escuela”, añade Sandra Solato, coordinadora de deportes del Complejo Educativo Buena Voluntad.

“Para nosotros, algo muy importante es el reconocimiento de la persona al decir ‘yo soy sordo’. Y percibimos que hemos colaborado con esa educación bilingüe. Y una de las premisas de esa educación es que los niños sordos convivan con adultos sordos, para que esa identidad se fortalezca de forma saludable. Es decir, sepan que son niños, pero, al ver un profesor sordo y una joven sorda que ayuda al profesor, pueden seguir adelante, estudiar, ir a la facultad y tener una vida normal en el futuro”, afirmó el profesor Odirlei.

La participación de la familia en todo el proceso de aprendizaje fortalece la seguridad de los niños y permite que ellos se beneficien de la educación de una manera más eficaz. Es lo que ratifica la madre Silvana da Silva, que tiene dos hijas atendidas por la Institución: una oyente y otra sorda; ambas participan en el proyecto. “El desarrollo de mi hija sorda está mucho mejor. Para mí, el hecho de que mi otra hija esté con ella es muy importante, ya que ella es la única oyente que forma parte del proyecto, porque ahora las dos tienen más contacto, están conversando más. La falta de comunicación con los otros sordos es muy grande porque la minoría sabe lengua de señas. Entonces, ellas dentro de casa tienen esa comunicación con nosotros, y es mucho mejor”.

Vivian R. Ferreira


Para la madre de Leonardo, Elizabeth de Andrade, “el proyecto le dio la tranquilidad que él necesitaba. Él logra expresar lo que piensa y ser entendido por las otras personas, y no ser interpretado. Porque, ellas entienden lo que él realmente quiere decir, en lo que él está o no de acuerdo. He observado que él puede explicarse mucho mediante la lengua de señas”.

Así, todas las actividades están atravesadas por la Pedagogía del Afecto y por la Pedagogía del Ciudadano Ecuménico —creadas por el Director Presidente de la LBV, Paiva Netto—, que contemplan mucho más que el desarrollo cognitivo, dando énfasis en el respeto entre los niños, en la socialización, en el significado del mundo, entendiendo el valor individual y cuánto pueden contribuir los unos con los otros. Al recibir esa pedagogía diferente, “los alumnos comienzan a construir mucho más que una sencilla comunicación: ellos construyen un lenguaje de amor, de respeto por las diferencias, la ‘visión más allá del intelecto’ que el educador Paiva Netto nos invita todos los días a desarrollar en el ambiente educativo de la Legión de la Buena Voluntad”, explica Aline Trevisan, asistente de dirección del Complejo Educativo Buena Voluntad.

De este modo, en la LBV los pasos para que los niños tengan un futuro de oportunidades se construyen hoy. Ayude a la Institución a expandir este trabajo y, así, ayudar a más familias. ¡Done ahora!

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* Complejo Educativo Buena Voluntad: La Escuela Infantil Jesús y el Instituto de Educación José de Paiva Netto, que forman parte del Complejo Educativo de la LBV, son unidades de acción, por medio de las cuales la Institución busca la formación plena del educando. En estos lugares, los alumnos —que cursan desde la educación infantil hasta la secundaria— desarrollan, de manera armónica, el cerebro y el corazón, es decir, el intelecto unido al sentimiento; así, se atienden todas sus necesidades socioeducativas.