¿Sabe usted descartar correctamente la basura electrónica?

Expertos advierten sobre el consumo descontrolado y las consecuencias del descarte incorrecto de productos electrónicos

Karine Salles

02/06/2016 | Jueves | 13:29 horas | Actualizado el 13/10 a las 13:26 horas

Desde la Revolución Industrial, cuando los productos comienzan a fabricarse en gran escala a partir del siglo XVIII, el consumo siguió el mismo ritmo y con él, se produjo aún más basura. Actualmente, antes de lanzarse algún producto tecnológico, como el smartphone, se forman filas gigantescas para la preventa. Y, con todo este avance, ¿qué hacer para descartar correctamente el teléfono móvil que se tornó obsoleto en poco tiempo y ahora necesita ser cambiado por uno nuevo? ¿Y la computadora?

De acuerdo con las Naciones Unidas, en todo el mundo, la acumulación de ese tipo de residuo llegó aproximadamente a 42 millones de toneladas en 2014. Para Aline Paschoalino, analista ambiental brasileña del Compromiso Empresarial para Reciclaje (CEMPRE), esos números son reflejos del avance tecnológico y, por esto, el consumo necesita ser controlado. Son varias las consecuencias causadas por el descarte incorrecto de los artículos electrónicos, como el perjuicio al medio ambiente y a la salud de los seres humanos.

 

 

No todo el mundo sabe qué hacer con un producto anticuado, o que no funciona más. Tirarlo en la basura de casa, con seguridad, no es una opción. Afortunadamente, existen iniciativas que trabajan por el destino correcto de esos materiales y hay soluciones a las que nosotros, consumidores, podemos tener acceso.

Opción 1: Devolución

Hoy, grandes empresas fabricantes de productos de informática tienen sistemas residenciales de recolección de basura electrónica. 

Opción 2: Donación

Usted puede donar una computadora, por ejemplo, a alguna Institución de caridad, ONG, mercados o también incluso a museos. La Institución receptora formateará su equipo, hará algunos ajustes y otras personas podrán beneficiarse también con esa tecnología.

Opción 3: Reciclaje

Existen cooperativas que reciclan la basura electrónica y comercializan la materia prima reciclable de manera económicamente viable y ventajosa para las empresas. Algunas piezas son reaprovechadas para que retornen a la cadena productiva o se usen en talleres de arte. Con el reciclaje de los materiales, se promueve la sostenibilidad y una menor extracción de un recurso finito (un día podemos quedarnos sin teléfonos móviles y sin computadoras nuevos por falta de materia prima).

Jesús, el Cristo Ecuménico, el Divino Estadista, nos enseñó a "hacer nuevas todas las cosas" (Apocalipsis, según San Juan, 21:5). Este es un concepto de sostenibilidad humana, pues el reciclaje comienza en la conciencia de que somos capaces de protagonizar un mundo diferente, un mundo donde seremos mejores y tendremos solo lo que realmente necesitamos. Y para esto, debemos consumir y compartir más respeto, solidaridad, fraternidad, ciudadanía, vivir valores que realmente nos hacen personas felices y plenas, porque lo que es material perece. Vamos a cuidar mejor de nuestro consumo, preocuparnos por el destino de cada producto que compramos.

"Todo residuo que el ciudadano genera, no importa cuál sea, tiene que preocuparse para dónde va. Porque si no, aquello puede convertirse en un veneno para él. (...) La basura electrónica es muy peligrosa y necesita tener un destino adecuado. Por este motivo, usted necesita conocer también la empresa que está recolectando este residuo para hacer el tratamiento de reciclaje. Si usted lo pone en una bolsa de basura y lo pone en la puerta, no va a parar en el lugar correcto. Usted necesita preocuparse por llevarlo personalmente al destino correcto. Somos responsables por lo que consumimos", destacó Alex Pereira, Director Presidente de la Coopermiti (central de selección de residuos eléctrico-electrónicos en Brasil), en el programa Biosfera, de la Boa Vontade TV.

foto: La Coopermiti es un ejemplo de cooperativas que reciclan la basura electrónica, sirviéndose de este proceso para realizar un trabajo de inclusión social, inclusión digital, capacitación, educación ambiental y cultura.