Investigador brasileño habla sobre los cambios climáticos

El Dr. Carlos Nobre destaca el activismo ciudadano en la lucha para contener los efectos del calentamiento global.

de la Redacción

09/09/2015 | Miércoles | 9:16 horas | Actualizado el 22/09 a las 17:16 horas

El ingeniero y climatólogo brasileño Dr. Carlos Afonso Nobre.

¿Cómo enfrentar los desafíos de los cambios del clima, que han sido progresivamente más profundos y frecuentes? ¿De qué manera frenar la elevación de la temperatura del planeta y, así, atenuar la intensidad de eventos climáticos extremos, entre estos, grandes inundaciones y sequías, cada vez más comunes? En una entrevista concedida a la revista Buena Voluntad, uno de los grandes especialistas mundiales en el tema, el ingeniero y climatólogo brasileño Dr. Carlos Afonso Nobre, responde a estas y a otras preguntas.

El director del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (CEMADEN), del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI), explica por qué es tan importante evitar que la Tierra se caliente más aún. Según él, que participó en la elaboración de varios informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, sigla en inglés), de las Naciones Unidas, la adaptación a esos eventos debe priorizarse en las políticas públicas de todos los países y empieza por una transformación del sistema educativo en el mundo, con el fin de que la sociedad se vuelva menos materialista y más sostenible.

Buena Voluntad: ¿Existe aún duda de que el ser humano es el mayor responsable por los cambios climáticos?

Carlos Nobre: Yo creo que hoy en día casi el 100% de los científicos climáticos no tienen duda alguna de que lo que estamos viendo en el clima del planeta, principalmente en los últimos cincuenta años, es consecuencia de las acciones humanas. Al mejorar la calidad de vida, empezamos a consumir mucha más energía, materiales que vienen de los recursos naturales, alimentos... Nosotros disminuimos mucho el área de selvas del globo terrestre y, cuando así procedemos, uno de los resultados es que modificamos la cantidad de gases en la atmósfera. Esos gases a los que me refiero se producen en pequeñas proporciones; no están en gran número, como el oxígeno y el nitrógeno —el 78% de la atmósfera está compuesta de nitrógeno y casi el 21%, de oxígeno— son elementos que, en verdad, están en una cantidad pequeña, pero son muy importantes. El principal de ellos es el vapor de agua, que, además de propiciar la existencia del agua líquida, es responsable de la vida en nuestro planeta. Él y otros gases, por ejemplo el gas carbónico, funcionan como una especie de cobertura planetaria. (...) La Tierra recibe el calor del Sol durante el día y se calienta. En la noche, esa energía solar vuelve al espacio. Esos gases se ponen en el camino de esa energía que está yendo para el espacio, toman parte de ella y la devuelven al planeta. El nombre de ese fenómeno es el efecto invernadero; esto es beneficioso, porque la Tierra está a una distancia del Sol que, si no fuera por esos gases, ella sería una bola congelada. En ese caso, la temperatura del planeta en la superficie sería de aproximadamente 18 grados bajo cero y toda el agua estaría congelada en la superficie.

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BV: ¿Cuáles son las soluciones para contener los efectos del calentamiento global?

Carlos Nobre: Nosotros tenemos un buen ejemplo en Brasil. En el que existen varias fuentes de energía renovables: la que viene del agua, las hidroeléctricas; la que viene de la biomasa, el bioetanol. Las fuentes de energía del futuro son: el Sol, fuente inagotable; y el viento. También hay mucho por aprovecharse de los océanos y de los mares. Con las fuentes de energía del futuro no hay emisión de gases que causan el aumento del calentamiento global. Tenemos que diseñar un futuro para la Tierra en el que esas fuentes de energía sustituyan a las antiguas. Esto es posible. Hoy, la tecnología avanzó mucho, y existen diversos estudios que muestran que hasta el 2050 podremos generar el 80% de la energía necesaria para ese nuevo mundo. Brasil es el país que tiene el mayor potencial de energía solar y del viento por kilómetro cuadrado. (...) Si nosotros consiguiésemos tener todo el calentamiento solar en el agua para el baño, en el país, no necesitaríamos de la Central Hidroeléctrica de Itaipu, o su energía podría destinarse a otros usos. Ese es el futuro.

BV: ¿Cuáles son las regiones más vulnerables al calentamiento global?

Carlos Nobre: Los países que pueden sufrir más son los muy pobres y/o aquellos que están próximos al nivel del mar, que ha subido debido al calentamiento global. Se estima que puede subir, como promedio, hasta el fin de este siglo, entre 60 centímetros y 1,5 metro. Diversas islas oceánicas, naciones como Vietnam, en el sur de Asia, y hasta también Holanda, país desarrollado, corren un riesgo grande con el aumento del nivel del mar y otros impactos de los cambios climáticos. A pesar de que Brasil presenta un riesgo medio, la economía siempre estuvo y continuará estando muy vinculada al clima. Brasil es una potencia agrícola; depende de la temperatura, de la disponibilidad de agua, de los extremos como las ondas de calor, la sequía... La energía del país también está relacionada a las condiciones climáticas, al agua, a la electricidad y a la producción de bioetanol.

BV: ¿Y la Amazonia?

Carlos Nobre: Si no logramos frenar el calentamiento y llegamos a tener más de 4 grados, estamos hablando de un nuevo clima, que el planeta no ve hace 25 millones de años. Esto significa un impacto devastador sobre muchas especies. Nosotros, la especie biológica Homo sapiens, somos muy adaptables a las variaciones de temperatura y continuaremos existiendo, pero la sostenibilidad, en su sentido más profundo, sufrirá mucho. Nuestra acción será una amenaza a la vida, en el planeta. (...) Brasil será impactado por los extremos climáticos. Nosotros hemos visto, en las grandes ciudades, el aumento de los desastres naturales causados por el clima; las fuertes lluvias; los deslizamientos en pendientes; el número de víctimas y de heridos; y la sequía del Nordeste, afectando a 10 millones de brasileños. Todo esto está siendo más intenso. El país tiene que prepararse, porque no es posible hacer que se detenga la rueda climática, que se está acelerando. Es el calentamiento global. No es algo sencillo, ¡no! El clima no será más lo que era, aunque, milagrosamente, consigamos parar de emitir una nueva molécula de gas de efecto invernadero. (...) Ya se volvió inevitable cerca de 2 grados de aumento de la temperatura en términos globales, pero, si reducimos las emisiones en un 80% hasta el 2050, hasta el 2060, conseguiremos hacer que el calentamiento no pase de 2 grados. Es esto lo que los países están intentando en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

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BV: ¿Cómo encontrar el equilibrio en ese contexto?

Carlos Nobre: Esto solo sucederá por la enorme voluntad de las personas; no por una solución que vendrá sencillamente de la firma de acuerdos. Por muy bien intencionados que sean estos acuerdos, son solo un conjunto de elementos que buscan establecer mecanismos de equilibrio entre pérdidas y ganancias, pero el cambio de comportamiento, la transformación de lo que juzgamos importante para vivir bien, con dignidad, con calidad de vida, es una transformación interior; que va en dirección de la psicología del consumo. Tenemos que consumir responsablemente para nuestras necesidades, para nuestra felicidad, pero sin excesos. Los recursos son finitos. Es necesario reciclar y reutilizar todo, principalmente los recursos naturales. Esto empieza también por la transformación del sistema educativo mundial, una educación que promueva un gran cambio de valores, para que se construya una sociedad menos materialista.